Los primeros capítulos de la obra de Aldous Huxley, así como el prólogo, dan una visión utópica de un llamado "Mundo Feliz". Dicho mundo se centra en un gobierno totalitario en el cual los súbditos aman a sus semejantes, a las otras clases sociales y a los gobernantes supremos. Por otro lado, en la segunda lectura se expresa el modo en que el sistema capitalista ha afectado las concepciones de amor y los valores de este sentimiento.
Ambos textos realzan una postura crítica hacia sus sociedades contemporáneas, es decir, su propio contexto histórico. Sin embargo, me parece contradictorio que el autor Huxley plantee un mundo ideal basado en un gobierno totalitario cuando, en efecto, ideologías de este tipo fueron las que propiciaron catástrofes históricas como la Segunda Guerra Mundial.
Cabe destacar que el Mundo Feliz es un gobierno totalitario con roles plenamente establecidos, clases sociales bien delimitadas y una sociedad enfocada en cada rol individual. Sin embargo, estas características podrían bien acentuar la felicidad ante una sociedad pasiva e ignorante de cuestiones políticas, pero eso no impediría que aquellos que tengan el poder se aprovechen para infringir sus limitantes en su propio beneficio.
En conclusión, considero que es fundamental tener una postura crítica acerca de los errores históricos y los vicios actuales de los sistemas político-económicos contemporáneos, tal con se muestra en los dos textos analizados. No obstante, creo que no es prudente radicalizar posturas ya que se podrá caer en los mismos abusos de poder que han hecho aquellos regímenes, como el comunista soviético o el fascista alemán, que en su intento por proveer a su pueblo de mejores condiciones se degradaron a sistemas políticos tiránicos.
Huxley no te plantea una utopia sino una distopia, es una crítica a la sociedad contemporánea, a la homogeneización de interesés por parte de factores reales de poder y a la pérdida de libertad, identidad, elección y abstracción de los individuos.
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